Antecedentes:

Una conocida empresa cosmética se encontró con el problema de que su suministrador de la esencia empleada para su dentífrico cerraba la compañía y no llegaron a un acuerdo para la transmisión de la fórmula de la esencia, poniendo en riesgo la identidad y calidad del dentífrico y otros productos similares que ya tenían un mercado de clientes acostumbrados a ese sabor.

Estrategia:

El laboratorio realizó en primer lugar una caracterización sensorial de los aromas más importantes de la esencia. Determino su origen y realizó su cuantificación mediante el análisis por Cromatografía de Gases-Espectrometría de Masas.

Resultados:

El laboratorio consiguió replicar completamente la esencia simplificando además alguno de sus componentes lo que repercutió en un coste más bajo de fabricación. La empresa cosmética consiguió la fórmula de su esencia sin necesidad de pagar una cantidad millonaria a su suministrador original.